18.9.09

Recuerdo del ciclista Alberto Fernández


Ahora que está a punto de concluir la presente edición de la Vuelta Ciclista a España, parece oportuno recordar la figura de uno de los mejores ciclistas españoles de los 80: el malogrado Alberto Fernández, prematuramente fallecido en un accidente de tráfico en 1984, hace 25 años, a los 29 años de edad.

Nacido el 15 de enero de 1955 en Cuena, Cantabria.
Ciclista profesional entre los años 1978 y 1984, durante los cuales logró 30 victorias.
Como profesional, logró varios triunfos en carreras cortas por etapas, como la Vuelta al País Vasco o la Volta a Cataluña. Consiguió victorias de etapa en la Vuelta a España y el Giro de Italia.
En el Tour de Francia, su mejor posición fue la décima, lograda en 1982. En el Giro, fue 3º en 1983, el primer año que lo corría. En la Vuelta, fue 3º en 1983 y 2º en 1984.
El mayor triunfo de su carrera fue en la Vuelta a España 84, en la que compitió por el maillot amarillo con el, luego ganador de la carrera, Eric Caritoux y el alemán del Teka, Raimund Dietzen.
Equipos de su carrera: Novostil-Helios (1978), Moliner-Vereco (1979), Teka (1980-1982), Zor (1983-1984). Famoso por usar un sillín de color blanco, en la Vuelta a España del año 84.


Falleció, junto a su esposa Macu, en accidente de coche el 14 de diciembre de 1984, dejando a un hijo de apenas 3 años de edad.
La noticia de su fallecimiento conmocionó al mundo del deporte español.
Desgraciadamente su muerte truncó una carrera profesional que a buen seguro le hubiera llevado a realizar destacadas actuaciones en las grandes vueltas.
El apodo de El Galleta se debía a que de niño residía en Aguilar de Campoo, localidad con diversas factorías galleteras. Posteriormente estableció su residencia en Santander (Cantabria).

Fragmento de un artículo sobre su muerte, en el Diario Palentino:
"AQUEL FATÍDICO 1984. Antena 3 Radio daba la noticia en un boletín informativo en la tarde de un 14 de diciembre de 1984. Momentos de confusión. El periodista Rubén de la Fuente llamaba al domicilio de los padres de Alberto en Aguilar para confirmar la noticia, encontrándose con un grito desgarrador: no conocían el fallecimiento de Macu y el galletas.
Venía de recoger el premio al mejor ciclista español del año. Se dirigía a Aguilar, donde al día siguiente recibía un homenaje. Lo que tendrían que ser sonrisas se convirtieron en lágrimas en el Ayuntamiento, donde quedaron instalados los féretros de ambos. Miles de personas acudieron a su último adiós. España entera lloró su muerte. El ciclismo español acudió en masa al último adiós al galletas. El momento más emotivo fue cuando su hermano depositó en su tumba el maillot con el dorsal de su última Vuelta a España, el 43. Se fue Alberto, pero no su memoria. Aguilar de Campoo jamás le ha olvidado."

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