


Dotada de gran atractivo y notable frescura, la catalana
Assumpta Serna (Rodés, en sus primeros años) se convirtió en una de las más admiradas y prometedoras actrices de nuestro cine a fines de los setenta y primeros ochenta, gracias a su participación en films señeros de la nueva comedia catalana (
La orgía, Salut i força al canut,...) y, tras su traslado a Madrid, en alguno de los primeros títulos de Almodóvar, tales como
Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón o, especialmente,
Matador, o en notables films de grandes directores como Saura (
Dulces horas), Picazo (
Extramuros), Martinez Lázaro (
Lulú de noche), etc...
Su carrera ha seguido hasta nuestro días, quizás sin alcanzar las cotas que parecían anunciar sus primeros pasos profesionales en los años mencionados; recordémosla ahora gracias a sendos reportajes de aquellos años, en el suplemento dominical de
Diario 16 (1983) y en la revista
Lecturas (1981), acompañada por su pareja sentimental aquellos años, el también actor Carlos Tristancho.